La Junta de Andalucía refuerza la Formación Profesional con una inversión de 246 millones para adaptar la educación a las necesidades del mercado laboral


El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado un importante paquete de medidas educativas que refuerza su apuesta estratégica por la Formación Profesional (FP), destinando 246 millones de euros a diferentes iniciativas para el curso 2024/2025. Esta decisión subraya el compromiso del gobierno andaluz no solo con la mejora de la calidad educativa, sino también con la adecuación de la formación a los nuevos perfiles profesionales y a la evolución del mercado laboral, cada vez más exigente y cambiante.

Entre las acciones más destacadas, la Junta ha dado luz verde a la convocatoria de ayudas para el desarrollo de proyectos de innovación educativa en los centros públicos de formación profesional, una inversión que supera los 59 millones de euros y de la que se beneficiarán alrededor de 45.000 estudiantes. Gracias a esta línea de apoyo, los alumnos podrán disfrutar de equipamiento actualizado, entornos de aprendizaje conectados con la realidad de las empresas y la posibilidad de desarrollar competencias en áreas tecnológicas y emergentes.

Estas subvenciones permitirán a los institutos llevar a cabo iniciativas adaptadas a las nuevas tendencias productivas, desde la digitalización y la automatización hasta la sostenibilidad ambiental, el sector sociosanitario o la movilidad eléctrica. Se busca que la experiencia educativa esté lo más cercana posible a los entornos de trabajo reales que encontrarán los futuros titulados, facilitando así su inserción laboral e impulsando el desarrollo económico andaluz.

Además de la innovación, la Junta ha aprobado una nueva convocatoria de ayudas para financiar el funcionamiento de las escuelas-hogar, destinando cerca de 12,7 millones de euros. Estas instituciones desempeñan un papel esencial para la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, ya que permiten que el alumnado procedente de zonas rurales, con dificultades de transporte o de entornos familiares vulnerables, pueda continuar sus estudios en condiciones de residencia y acompañamiento.

Otro eje clave de este plan es el apoyo a la FP Dual, una modalidad que combina la formación en el centro educativo con las prácticas en empresas. Se ha anunciado una inversión superior a los 20 millones de euros para fomentar esta modalidad, que cada vez cuenta con mayor demanda entre jóvenes, familias y el propio tejido empresarial, dado el alto índice de empleabilidad que ofrece.

El ejecutivo andaluz también ha dado un impulso a la internacionalización de la FP, reforzando los programas de intercambio y movilidad de estudiantes y docentes con países de la Unión Europea. Estas acciones buscan enriquecer la formación con nuevas experiencias, mejorar la competencia en idiomas y favorecer el desarrollo de proyectos colaborativos con centros y empresas extranjeras.

La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, ha subrayado durante la presentación de las medidas que la FP “se está consolidando como una vía de éxito hacia el empleo y la promoción social, clave para la lucha contra el abandono escolar y el ajuste de la oferta formativa a las necesidades reales de nuestra economía”. Destacó igualmente la colaboración permanente con las empresas y asociaciones sectoriales para detectar los perfiles más requeridos y diseñar las especialidades de los ciclos formativos con mayor proyección.

El nuevo impulso a la Formación Profesional también se alinea con la estrategia andaluza frente al desempleo juvenil, apostando por una formación práctica, versátil y adaptada a los nuevos retos tecnológicos y medioambientales. La inversión y las acciones aprobadas pretenden, además, reducir las desigualdades territoriales y garantizar que el alumnado de las zonas rurales o menos desarrolladas de la comunidad pueda acceder a una educación de calidad.

Estas iniciativas refuerzan el papel de Andalucía como referente en la modernización de la enseñanza profesional, incrementando la colaboración con sectores punteros como el aeronáutico, el agroalimentario, el turístico o el digital. El objetivo final es dotar a los jóvenes andaluces de las herramientas y competencias necesarias para construir carreras profesionales de éxito en una economía globalizada.

En definitiva, a través de este esfuerzo inversor y de planificación, la Junta de Andalucía reafirma su convicción de que la Formación Profesional es una palanca fundamental para el progreso social, la competitividad económica y el futuro mejor de la juventud andaluza.